No en vano se afirma que Miami es la ciudad de las oportunidades. Por esa razón llegaron a estas tierras en algún momento los cubanos Yanelys y Emilio Rodríguez, buscando un gran futuro para ellos y para los suyos. Muchos sueños se les han cumplido a lo largo de estos años, pero ahora buscan uno que involucra a su hija pequeña, Amy, de 11 años de edad. La niña destaca por sus dotes de bailarina prácticamente desde que comenzó a caminar, sin que Yanelys y Emilio tuvieran antecedentes artísticos. Primero Amy asombraba en su casa, arrancando aplausos de su familia y vecinos. Con el tiempo sus progenitores entendieron que debían proveer la mayor cantidad de oportunidades posibles para que la niña desplegara su gran talento como bailarina. Las actuaciones escolares de Amy también consiguieron ovaciones. Hizo un paréntesis en su preparación tras la aparición de la pandemia de Covid-21, pero en el 2021 retomó sus clases con fuerza. Su vocación es la danza contemporánea, que es un estilo que se caracteriza por la libertad de expresión corporal y movimiento; se originó a finales del siglo XIX como una reacción a la rigidez del ballet clásico. “Es algo que me encanta y también me motiva a superarme como persona”, afirma la pequeña. Hace tres años Amy inició una etapa de preparación intensiva en la academia Pilares Dance Co, de Hialeah. Y ya ha comenzado a ver los resultados. Ha participado en decenas de concursos de baile a nivel estatal y nacional con excelentes resultados. “Ha ganado un montón de trofeos”, cuenta su madre Yanelys. En esos certámenes Amy ha sobresalido como solista y como integrante de grupos de baile. La niña quiere llevar la plasticidad y la elegancia de sus movimientos al modelaje también, por lo que comenzará a estudiar en una escuela profesional.